La cuestión de la soberanía afecta a todas las empresas, incluidos los fabricantes cuyos sistemas ERP y de otro tipo funcionan en la nube. Para hacer frente a los problemas de soberanía que puedan surgir, las empresas deben planificarse, prepararse y estructurarse. Necesitan saber si su despliegue en la nube se extiende a países con leyes de soberanía diferentes, ya que ciertas normativas de soberanía dictan dónde se pueden procesar los datos. También necesitan garantías de seguridad de los datos y gestión del acceso, así como transparencia sobre el control de los datos.
Trasladar un sistema ERP a la nube requiere una planificación cuidadosa para tener en cuenta la cuestión de la soberanía. Las empresas deben preguntar a los proveedores de la nube sobre el almacenamiento de datos, la seguridad, el cifrado, la transferencia de datos, las normas de seguridad de los datos y la auditoría por terceros. También deben plantearse cuestiones como la forma de gestionar los datos de los clientes internacionales y sus transacciones en función de la normativa sobre soberanía y protección de datos de sus países.
Es probable que las empresas tengan que clasificar los datos alojados en la nube para mitigar el impacto de la normativa sobre soberanía de datos. La clasificación se aplicará a los datos activos, las copias de seguridad y los datos archivados. A pesar de los retos, casi la mitad de los encuestados cree que un servicio en la nube de confianza les permitirá aprovechar nuevas tecnologías como el Internet Industrial de las Cosas y la inteligencia artificial. Una plataforma en la nube también puede proporcionar un ecosistema seguro para la colaboración y el intercambio de datos con socios de confianza.
La soberanía de la nube es una cuestión a largo plazo, y las organizaciones deben lidiar con ella y estar preparadas para adaptar sus estrategias a medida que crecen las iniciativas de soberanía y protección de datos en los distintos países. En el caso de un sistema ERP en la nube, las empresas deben gestionar el acceso a los datos, el control jurisdiccional sobre los mismos y el almacenamiento geográfico de los datos para protegerlos. Con una planificación cuidadosa, las empresas pueden mitigar los riesgos y aprovechar las ventajas de la nube para impulsar la innovación y el crecimiento.
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