No cabe duda de que tanto los datos de la maquinaria operativa como los de los sistemas empresariales pueden influir en el rendimiento de un fabricante. Un estudio de Gartner sugiere que los fabricantes están más dispuestos que nunca a empezar a integrar verticalmente las tecnologías empresariales y de TI, como los sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP), los sensores y la nube, con la maquinaria operativa tradicional.
Los fabricantes que se concentran en una fase concreta de la fabricación a menudo se pierden la visión de conjunto. Por ejemplo, un fabricante hipercentrado en la producción de un producto puede invertir mucho en un proceso, canalizando hacia él su estrategia empresarial, sus necesidades de personal y sus grandes inversiones de capital.
Sin embargo, este enfoque llevaría al fabricante a pasar por alto retos mayores, como la mejora de los ciclos de vida de los equipos para aplicaciones de producción críticas. Cuando los fabricantes se centran en el panorama general, pueden ver claramente formas de innovar más allá de los retos inmediatos para encontrar oportunidades de soluciones a largo plazo.
Los fabricantes no deben ignorar las ventajas de la producción integrada verticalmente. Independientemente de cuál sea su producto, la mayoría de las empresas integradas verticalmente aventajan a la competencia, ya que a menudo pueden ofrecer a los consumidores productos más baratos o de mayor calidad.
De este modo, la integración vertical puede colmar las lagunas de información a lo largo de las cadenas de suministro, lo que idealmente minimiza el riesgo de prácticas despilfarradoras y materiales o proveedores excesivamente caros. Si una organización tiene el control de su fabricación, las cantidades mínimas de producción pueden quedar obsoletas, liberándolas para avanzar hacia un modelo más eficiente.
Por último, hay muchas menos posibilidades de cometer errores durante el proceso de fabricación o a lo largo de la cadena de valor, ya que la comunicación no se extiende a través de una amplia gama de proveedores y socios. Las empresas pueden crear mejores productos y experiencias para sus clientes porque los ajustes pueden producirse más rápidamente que con las cadenas de suministro tradicionales.
A medida que la tecnología empieza a acortar distancias entre las islas de TI y los sistemas operativos, las ventajas de la integración vertical para la eficiencia y la personalización son cada vez más evidentes para los fabricantes. Aunque los protocolos de comunicación plantean retos, la tecnología está disponible para facilitar este proceso.
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